Ya me conoces, soy Cristina. Sabes que soy mujer. Que soy mamá. Que estudié filología. Que ejerzo como profesora. Que me apasiona leer y escribir.
Pero, ¿quién soy realmente? Hasta hace poco tiempo solo podía definirme con esas pocas atribuciones. Todas ellas -por muy larga que sea la lista- tienen que ver con circunstancias ajenas a mí, el nombre que mis padres eligieron, mi sexo, mi carrera, mi profesión, mi condición de madre… Y por tanto, me limitan.
Porque el ser humano es un ente infinito y eso es precisamente lo que yo soy, ese es mi verdadero Ser. Pura energía del Universo.
Cada uno de nosotros venimos a este mundo con una facultad única, con unos dones, con una gama infinita de potencialidades, que se desarrollarán en menor o mayor medida según nuestras circunstancias. Y es responsabilidad nuestra, una vez tomemos conciencia de ello, cultivar nuestro talento, ampliar nuestras gracias, aportarlos al mundo y disfrutar de la vida plenamente con todo lo que tiene para ofrecernos.
Me costó entender esto, salir de mis patrones y permitirme Ser sin corsés ni etiquetas. Tuve muchas dificultades para recuperar mi poder, que yo misma había entregado a la valoración o aprobación de los demás, a mis logros, a cosas ajenas a mí misma, en definitiva. No fue fácil trascender el sentimiento de desdoble cuando mi alma pedía a gritos expandirse y yo seguía anclada a mis rígidos esquemas mentales.
Y esa soy yo tras mi deconstrucción. Después de aceptar mis ambigüedades y contradicciones, después de indagar muy hacia dentro para poder florecer por fuera.
Soy una rosa
que poco a poco abre sus pétalos
cuando es el momento.
Soy una rosa
frágil y fragante
con espinas en su tronco.
Soy una rosa
arraigada a la tierra
que mira hacia el cielo.
Soy una rosa
infinita como el Universo
con una vocación sincera.
Simplemente ser
una rosa.
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En mi camino siempre me ha acompañado la palabra. En perspectiva, trabajándome, hoy sé que hace mucho empecé a transitar este sendero, que lo que hoy se materializa empezó a gestarse hace muchos años. Pero es ahora cuando me siento preparada para ofrecer lo mejor de mí a través de todo lo que yo he aprendido. Ahora es cuando sé con certeza que estoy en disposición de ayudarte con mi experiencia con la escritura.
Hoy sé quién soy.
¿Y tú?
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