Creo que es imposible vivir plenamente sin evolucionar, puesto que la vida es cambio. Igual que nuestro cuerpo va cambiando, también maduramos a nivel psicológico, por supuesto. Pero me refiero a una evolución consciente, que nutra el desarrollo y crecimiento de nuestro SER.
Por mi experiencia, diría que estas son algunas de las claves para esa proceso consciente hacia la plenitud:
- El otro no existe, siempre se trata de mi. No se trata de culpa, sino de responsabilidad. Nadie es responsable de cómo me siento. El otro solo puede considerarse en relación a mí, todo ocurre en mi mundo interior. Y esto es tomar mi poder.
- Soltar el control y fluir. Cuando me libero de la necesidad de controlar es precisamente cuando adquiero el control sobre mí misma. Pienso, siento y actúo en dirección a lo que deseo, pero sin aferrarme al resultado, intento fluir, con humildad y flexibilidad.
- Respirar, sentir el flujo de la vida. Parece evidente, porque respiramos. De nuevo me refiero a hacerlo conscientemente, sintiendo entrar y salir el aire, abriendo y soltando. Ser partícipe de ese flujo de la vida en nosotras es algo fundamental para la evolución hacia nuestro verdadero Ser. Respirar es obvio, sentir, disfrutar, interiorizar… el proceso es otra cosa.
- La alegría es el combustible de la vida. La alegría es algo innato, nos conecta directamente con la fuerza vital, con la curiosidad, con el disfrute… Pero no siempre la tenemos en cuenta. La alegría es algo interior, una actitud, una elección. Últimamente, intento no tomarme nada demasiado en serio.
- Autoconocimiento. En un mundo y un ritmo tan «hacia fuera», se hace imprescindible encontrar momentos de silencio, de ir al interior e indagar en este. En qué lugar estoy, cómo me siento… revisar creencias, tomar conciencia de mí misma… de pensamientos predominantes y qué veo a mi alrededor… Qué deseo, a dónde quiero llegar… De qué me siento merecedora… Y no tomárselo como un arduo trabajo, sino como una labor gozosa que me lleva hacia una mejor versión de mí misma.
- Aprender cosas nuevas. No estancarse. Leer, escribir, viajar, hacer cosas diferentes… Es ideal hacer algo nuevo cada día, por muy pequeño y sencillo que sea (ir al trabajo por otra ruta) Y en definitiva, cuestionarse las creencias, cambiar los filtros y estar abiertas y receptivas a lo diferente, es fundamental para seguir evolucionando.
Podría escribir mucho más, aunque creo que estas seis son el fundamento de un verdadero progreso de nuestro SER hacia su verdadera naturaleza: una existencia plena y con sentido.
No permitas que tu ego te diga «es difícil». Cree es que posible y ponlo en práctica.
¡Adelante!
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