Quizás no recuerdes cuando aún todo te ilusionaba y ahora te conformas con ilusiones efímeras por cosas pasajeras. Porque es natural desear puntualmente un objeto, que algo salga como queremos, que llegue un día esperado; es una emoción que te mueve y te proporciona felicidad, no sería posible vivir sin esos momentos. Pero yo te hablo de una ilusión genuina, de una actitud ante la vida, que es algo inherente a tu ser y que poco a poco se va cubriendo de expectativas, de límites, de convenciones, de obligaciones… que hacen que olvides por completo que eres un ser feliz e ilusionado por naturaleza.
No dejes que el color de tu vida se apague, no te resignes a vivir solo breves destellos, toma hoy la decisión de mirar el mundo con tus ojos de niña e ilusiónate por todo. Más allá de los grandes proyectos, de las cosas bonitas que te gusta tener, vive cada instante como único que es, respira la belleza del mundo que te rodea, busca lo extraordinario en cada detalle, haz lo que hayas de hacer con alegría, recuerda que de niña pensabas que todo era posible, y lo es. No te dejes engañar por tu mente adulta, que te repite que la vida no es tan fácil, que las cosas no son como creías, simplemente confía, porque la vida tiene mucho que ofrecerte si estás abierta a recibirlo.
Te invito hoy a que conscientemente intentes sorprenderte de lo que te rodea, que hagas algo excepcional -que no suelas hacer cada día, que no tengas planeado-, que te pares en algún momento a contemplar el cielo, a sentir el aire, que incluso aunque sea un día desapacible, disfrutes de las nubes, el viento, la lluvia -dejemos de decir «mal» tiempo-, que te fijes en un niño y evoques tu infancia en su risa, en su juego… Y que por la noche escribas cómo te has sentido, qué has visto, indaga por escrito si estás dispuesta a recuperar la ilusión auténtica de vivir. Agradece, siempre, por tus experiencias, y entra en el sueño con esas impresiones, con los colores en tu retina, con la certeza de la magia en tu vida.
¡Adelante!
Manuela dice
Ojalá volviera a recuperar la ilusión que tuve durante muchos años y lo feliz que fui.
Ahora me siento rota y desmotivada.
CDR dice
Hola, Manuela. Es normal pasar malas rachas y sentirse abatida en algunas circunstancias, pero la ilusión se puede recuperar, porque en realidad sigue dentro de ti, aunque ahora la creas dormida, ausente. Lo importante es que seas consciente y estés preparada, solo entonces podrás iniciar el proceso. Si en algo te puedo ayudar, aquí estoy. Un abrazo.