Sé asertiva, afirma y reafirma tu autoestima, caminarás directa a tu equilibrio emocional. Reflexiona sobre si tienes la capacidad de expresar adecuadamente tus sentimientos, escribe sobre ello.
¿Sueles usar quiero, me gusta, necesito…? Es muy importante hacerlo, ya sabes que el lenguaje que usas determina resultados, modifica tu cerebro, va cambiando las cosas. Empieza por eso.
Aclara las situaciones confusas, no te quedes con dudas en las conversaciones, no busques significados en las reacciones de los demás, si quieres saber algo, pregunta. Intenta hacerlo.
Evita los reproches, la autocompasión, usar términos negativos, refuerza también al otro indicándole lo que te agrada, lo que hace bien, no te guardes los elogios, es como quedarte con algo ajeno. Y mira siempre a los ojos a tu interlocutor, muestra que tu alma es clara, que estás presente y activa. Practica la escucha y el respeto.
Acepta igualmente los halagos, con sencillez pero segura. Y no tienes que esperar a recibirlos, haz tu propia lista de encomios, léelos de vez en cuando, valóralos y acéptalos con alegría. No escondas tus talentos.
Y respecto a esto, potencia tu creatividad, exprésate con pasión, busca tiempo para cualquier actividad que te entusiasme. Haz cosas divertidas, diferentes, haz algo que te dé miedo, que te cause nervios.
Empieza a trazar la vida que deseas, desde tu poder y tu ser verdadero.
¡Adelante!
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