La vida está hecha de ciclos. La vida, la naturaleza, el cosmos, todo tiene lugar en ciclos. Nacer, crecer, envejecer y morir. Los frutos maduran. Las mareas suben y bajan. La luna crece y mengua. Las estaciones se suceden al compás del movimiento de la Tierra, cuyo ciclo se completa con cada vuelta al Sol. El sistema planetario surca la Vía Láctea en un movimiento elíptico…
Todos estos ciclos se entrelazan, encajan y superponen dentro de un ritmo perfecto, propio de cada uno de ellos. Como círculos concéntricos, en espirales, la vida se desarrolla ajena al corsé del tiempo que nosotros le ponemos. Solo existe el aquí y ahora. Lo demás que queramos recordar, imaginar, no es más que quimera, pasado o futuro, humo.
El tiempo no debería medirse, solo vivirse. Vivir es lo único que importa y aceptar lo que es la vida, lo que da y lo que quita, sin resignación, pero con la libertad de no tener miedo.Yo cada día tengo un poquito menos de miedo y bastante más confianza, sé que me encuentro aprendiendo, creciendo, y por eso quiero entrar a la siguiente curva de la espiral y seguir escribiendo para acompañarte en tu camino.
Todo sucede en el momento justo, a un ritmo perfecto.
Hemos venido a este mundo a celebrar la vida, a SER, a brillar. Tú también.
Permítetelo.
Me ha encantado!
Gracias.